sábado, 3 de abril de 2010

Los dos putines intercambian café, petróleo, armas y promesas de amor eterno.


En Viernes santo, Cristo entre dos ladrones.

RESUMEN DEL DIALOGO.
Putin 1. Te daré un certificado de buena conducta en lo referente al terrorismo. Diré que no tienes nada que ver con las FARC o con ETA. Y, como sabes, lo que yo digo es aceptado por todos, ya que tengo gran credibilidad internacional.

Putin 2. Gracias! Yo te voy a dar parte de la faja del Orinoco para que puedas venir aquí a sacar ese petróleo. No tienes que ir a licitación. Los rusos son nuestros hermanos. No son como los odiados bichos del norte.

Putin 1. Buenísimo. Entonces, yo te prometo comprarte todos los quintales de café que me quieras mandar. Un barril de petróleo, un kilo de café. Te parece?

Putín 2. Me parece. Por cierto, mándame 50 aviones de esos que mientan Antonov, los grandes. Y no te olvides de los submarinos.

Putín 1. Bueno. En ese caso, en vez de darte el cheque por los $6oo millones de la Faja me lo guardo y te pago en especie.

Putín 2. Perfecto, hermano. A que horas sales? Y se mira el reloj de $15000 recién comprado.

Putín 1. Voy saliendo. Dále abrazos a Evo y díle que le mando el avión pronto. Todo lo que voy a necesitar es el monopolio sobre el litio.

Putín 2. Bueno, hermano. Hasta pronto.

Cada Putín se va por su lado, los dos contentos.

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