jueves, 27 de septiembre de 2012

Mi plan: ser ciudadano hasta el final


 

En el umbral de una elección de crítica importancia para Venezuela pienso que todos los venezolanos deben pensar en adoptar una posición clara. Uno de los grupos que deberá desaparecer será el de los llamados NI-NI, porque es imposible ya permanecer en neutro frente al drama que vive nuestro país. La neutralidad se explica porque quien así piensa no ha sido afectado (a) directamente por la tragedia, pero cada día hay menos venezolanos que puedan decir eso. Vivir en la Venezuela de hoy es una experiencia triste y, con frecuencia, aterradora. Hace casi diez años decidí salir fisicamente de mi patria y no he regresado ni lo haré mientras esté en el poder el gorila. Sin embargo no me he ausentado y, en muchos sentidos, estoy más en Venezuela que muchos compatriotas quienes viven allá pero contemplan los acontecimientos con indiferencia.

Tenemos solo dos caminos por delante: más de lo mismo, si gana el candidato oficialista o la llegada al poder de una nueva generación política, jóven, preparada y entusiasta. He luchado todos estos años por sacar a Hugo Chávez del poder y mi posición es clara: si sale por medio del voto inminente ayudaré en lo posible a la consolidación de la democracia en el país y trataré de que este mál venezolano pague sus cuentas con la justicia. Si no sale seguiré luchando, en todos los terrenos posibles, por verlo salir, y hasta que el cuerpo aguante.

Venezuela no puede ser un país civilizado, progresista y ordenado mientras ese sátrapa esté en el poder. El daño que ya ha hecho es trágico e incalculable, tanto en el orden material como en el orden espiritual. Lo peor es lo segundo porque lo material puede recuperarse con mayor facilidad que el daño espiritual. Hoy tenemos un país dividido, con gente cargada de odios y resentimientos, con millones habituados a vivir de la limosna del Estado, renuentes a enfrentar sus deberes ciudadanos, en la equivocada creencia de que el Estado se los debe todo sin que ellos hagan esfuerzo alguno. Este es el mayor crimen de Hugo Chávez, haber creado esa inmensa legion de mendicantes, quienes no aceptarán volver a la realidad de una sociedad que le impone a todos deberes por igual.  El esfuerzo de re-educar a la población para insertarla de nuevo en la comunidad civilizada de naciones será inmenso y tomará mucho más tiempo del que muchos de nosotros tenemos disponible. Para quienes estamos en ese grupo sería fácil olvidarse de todo y dedicarse a vivir en paz, bien lejos, física y espiritualmente, de la tragedia. Pero no podemos hacerlo.
Seremos ciudadanos hasta el final.  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CORONEL CLARO QUE HAY UN CAMINO...................CHAVEZ PAPA.
JG

Anónimo dijo...

CORONEL CLARO QUE HAY UN CAMINO...................CHAVEZ PAPA.
JG