martes, 19 de septiembre de 2017

Venezuela en galopante entropía moral


En la República Dominicana se lleva a cabo una reunión “pre-diálogo”, algo tan extraño como un “pre-infarto”.  En Venezuela un hombrecillo de AD llamado Negal Morales, nombre bastante apropiado, ya anuncia la posibilidad de “reconocer la Asamblea Nacional Constituyente” si el régimen acorta el plazo para las elecciones presidenciales por seis meses. Esa sería una grosera transacción de espaldas a nuestros principios. Estas declaraciones de (in) Morales son típicas del derrumbe ético de la oposición venezolana, la cual hace apenas dos y medio meses recibió un claro mandato de siete millones de venezolanos de “desconocer la Asamblea nacional Constituyente”,  fraude denunciado por la misma empresa que fue utilizada para la votación y el cual  permite a más de 500 adulantes, ladrones y analfabetas dictar medidas abusivas y absurdas sobre el futuro de los venezolanos, con risibles pretensiones de ser todo poderosa.  
Gracias a la oposición invertebrada el chavismo se afianza en el poder y algunos miembros de alto nivel de la MUD le hacen coro de manera impúdica.   ¿Cómo es posible que la oposición venezolana esté representada por Timoteo Zambrano y Manuel Rosales? Esta delegación  habla de manera elocuente de la fragilidad ética de nuestro liderazgo político.
Este proceso de  entropía moral es contagioso. En  Brasil Lula recibe mucho apoyo en las encuestas a pesar de ser un ladrón,  el Chávez de México, Andrés López Obrador, probablemente sea el nuevo presidente de México, las FARC se adueñan progresivamente del escenario político colombiano, los decadentes reyes de España planifican un viaje a Cuba a fin de “iniciar una estrategia de colaboración política, económica y empresarial de España con la dictadura de Raúl Castro”; en Argentina  la kleptócrata Cristina Kirchner todavía gana elecciones; En Uruguay, la esposa del gelatinoso moral  José Mujica es vicepresidente ; el Secretario General de la ONU, Guterres, y el Papa Francisco,  piden diálogo entre víctimas y victimarios.

La promoción  del  atraso y la miseria florece en América Latina., bien por inacción o por prostitución de los valores

 En Venezuela ya ha surgido un grupo de venezolanos que dice ser de oposición pero que tolera o  está participando  en  el saqueo al país, mientras predica la no violencia, la conveniencia de un arreglo con los criminales y se manifiesta  en contra de la (inútil) protesta en la calle. Los miembros de este grupo dicen no favorecer al narco-régimen pero, en sus escritos, hablan en contra de la futilidad de la protesta y de la necesidad de hacerle algunas concesiones al régimen. Son venezolanos  que pretenden ser analistas imparciales cuando, en realidad,  están sirviendo a los propósitos del narco-régimen. Son frecuentemente invitados a eventos internacionales  para hablar sobre Venezuela y allí difunden su mensaje derrotista y colaboracionista. Es trágico que se confundan con gente de buena fe que aún piensa, de manera ingenua, que el régimen  rectificará su curso de crueldad y corrupción, ya que ello nos impide hacer generalizaciones más contundentes. Estos entreguistas repiten hasta la saciedad que hay que lograr una transición sin traumas, para lo cual es necesario hacer concesiones, no perseguir a los miembros del narco-régimen, hacer borrón y cuenta nueva.
Quienes así piensan han olvidado lo que aprendieron en su hogar y en la escuela porque lo primero que aprendimos fue a ser fieles a los principios y valores que forman la columna vertebral de la buena ciudadanía. Lo primero es no pactar con la corrupción, con el abuso, con la crueldad. El crimen contra Venezuela llevado a cabo por los chavistas ha sido de tal magnitud que solo sentarse en una mesa con ellos contamina al hombre o la mujer honestos.  ¿Sentarnos junto a Cabello? , ¿los hermanitos Rodríguez? ,  ¿Chaderton?  ¿Cómo podemos coexistir pacíficamente con estas llagas morales y pretender seguir siendo puros? Así lo decía el Papa Francisco, en su primera etapa: “Con el diablo no se puede negociar”. Eso fue antes de que se convirtiera en estratega diplomático, más cerca de la astucia de Talleyrand que  del candor de  Juan XXIII.
La cobardía moral se extiende por América Latina y más allá, en relación al caso venezolano. A pesar de las declaraciones de forma de gobiernos de la región en contra del narco-régimen de Maduro, existe  una presión internacional  que promueve el acomodo con el narco-régimen venezolano. Basta con escuchar o leer las declaraciones del  canciller Chileno ; observar los esfuerzos de  algunos funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos como Tom Shannon ;  oír las voces mercenarias, carentes de dignidad,  de los representantes de las FAO en Venezuela;  registrar los esfuerzos de apaciguamiento  de miembros de la cancillería francesa; oír los lamentables quejidos de  los países miembros de Petro Caribe y del llamado ALBA;  observar el despreciable comportamiento de  mercenarios como Samper, Zapatero y Leonel Fernández.
No puedo afirmar que todos ellos  forman parte de una confabulación pero si puedo decir que en ese universo hay mucha corrupción y que es fácil advertir que sus posturas  contribuyen a perpetuar el desastre venezolano, ya sea por ingenuidad o por diseño consciente. En ninguno de los dos casos esto puede permitirse sin nuestra protesta.
Creí que sería fácil deslindar los bandos en pugna en Venezuela: los miembros del narco-régimen, por un lado, y quienes se oponen al narco-régimen por el otro. Pero no es así. En la mitad de estos dos bandos, de manera lamentable, ha surgido un tercer grupo, gelatinoso, amorfo, hipócrita, interesado en pescar en río revuelto, integrado por gatopardianos quienes promueven un cambio ficticio para que todo quede como ellos lo desean. Ese grupo está integrado por venezolanos inmorales, invertebrados, despreciables. Son peores que los chavistas, quienes al menos tienen la cualidad, buena o mala, de la convicción.
Este tercer grupo que nada entre dos aguas son los aguamalas que siempre han existido en Venezuela, los que finalmente – al agotarse los extremos – capturan el botín del poder y la riqueza.  

   ¿Los dejaremos salir victoriosos? 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que broma que cada vez que alguien de la oposicion se reune con los corruptos traidores del regimen perdemos espacio! Es que no hay en la oposicion alguien con un dedo de frente que vea lo que sucede?
Tenemos a~nos viendo que cuando el regimen se encuentra arrinconado llaman a un dialogo, y nos vamos a hacer el papel de pendejos!
Que desastre de mediocridad son los que estan supuestamente buscando una salida a el desastre chaburo-castrocomunista.

Ubaldo dijo...

Hoy vino por la goma, le metió las nueve arepas al gobierno y a la seudo-oposición. Hasta por fin ponchó al Papa. Ese tercer grupo gelatinoso siempre ha existido. Recuerdo en los primeros tiempos del comandante eterno, haber hablado de que necesitaba una "oposición", pero eso si, una oposición que entendiera que había una revolución que no tendría marcha atrás. Eso de inmediato ya lo tenía preparado Teodoro Petkoff que hace yunta con José Vicente Rangel. Dicen que una manzana podrida pudre a las demás, pero en éste caso todas estaban podridas, sólo les faltaba que esa le indicara como hacer las cosas.

Anónimo dijo...

1. El primero en la lista de invertebrados, como Ud. los denomina, es Ramos Allup, quien elabora su tela de araña para, cree él, hacerse con la presidencia de las ruinas de lo que un día fue un país- Ingenuo o estúpido él que cree que le van a entregar el coroto, y estúpidos todos los demas muderos. Eso sin contar la posibilidad cada día más cierta de que muchos de ellos reciban $ por hacer lo que hacen.

2.Una vez más llamo su atención sobre algo que parece fruto de una mente ganada por las teorías de la conspìración, pero los marxistas vienen tejiendo su plan para hacerse con la candidatura demócrata en 2020, sea con el ya anciano Sanders o con alguien más joven (¿Nancy Pelosi, por ejemplo?). Su primera prueba serán las elecxiones de medio término y el hecho de que el presidente sea el tarambana de Trump entra en ese juego. El comunismo, a pesar de tener en su cuenta más muertes que el nazismo, sigue gozando de una pretendida y auto-otorgada superioridad moral y nunca se han resignado los marxistas al basurero de la historia. Añada al insoportable Iglesias y Podemos en España y observará cómo el sueño masturbatorio de estos fanáticos exremistas de izquierda puede seguir echando vaina a un mundo desatento y que les permite total libertad para destruir la democracia. Es una de las razones para que la dinastía que reina en Cuba no suelte la yugular de la sufrida Venezuela. Y no hablemos de su alianza en el odio antioccidental con el extremismo islámico y con el narcotráfico que les permite vivir como reyes, financiar sus actividades de subversión y continuar el muy viejo plan de envenenar países que han perdido los valores con la droga que imbeciliza a su población, especialmente a la juventud.

A esto nos enfrentamos y la lucha es desigual, pero no por eso debemos rendirnos, ni rendir nuestros valores.